Nuestro cerebro posee lo que se denomina corteza cerebral que es la responsable de nuestro pensamiento consciente, de la lógica y el raciocinio. Y el resto del cerebro es el que se encarga de los procesos inconscientes relacionados con nuestra supervivencia.
El inconsciente es donde se guarda toda la información de todas aquellas experiencias que fueron ganadoras a lo largo de la historia de la humanidad. Procesa toda la información de nuestro entorno para generar respuestas fisiológicas en nuestro cuerpo, para que podamos adaptarnos a él.
Se dice que el consciente sería el equivalente al 5% y nuestro inconsciente al 95%.
Al ser nuestro inconsciente mucho mayor que nuestro consciente los pensamientos inconscientes son mucho más poderosos que los conscientes. Ese es el principal motivo de que nuestras creencias, deseos y miedos inconscientes dominen nuestra vida y por ello en ocasiones no consigamos los deseos conscientes.
Existen 3 leyes del inconsciente que es importante conocer y tenerlas muy en cuenta, para poder entender ciertas situaciones que se nos pueden plantear:
1- El tiempo no existe
A nivel del inconsciente, todo ocurre en un instante, en el instante presente.
Por ello cuando en consulta se revive el momento en el que se produjo el estrés o bioshock que originó el síntoma, aunque haya ya pasado mucho tiempo atrás o incluso si el conflicto es transgeneracional, para nuestro inconsciente es un momento presente que vivimos en cuanto lo recordamos.
En la terapia siempre se habla en presente al colocar y trabajar en ese momento con la persona.
2- El otro no existe
En biología solo existe el sujeto, el otro no existe.
Lo que se ve en el otro u otros impacta en la persona como si lo estuviera viviendo uno mismo.
Pondré un ejemplo para que se entienda mejor:
Cuando una persona califica a otra de “miserable” en realidad solo está hablando de su propia miseria.
La persona no puede ver su propio interior, en este caso “su propia miseria”, y es por eso que lo proyecta hacia fuera en el otro, para así poder verla y ser consciente de ella.
Cuando esto se sabe, las relaciones personales nos brindan una magnifica oportunidad para conocernos
a nosotros mismos a través de ellas y el otro se convierte en un maestro.
Este es el motivo de muchos de los conflictos relacionales que se viven.
En otras ocasiones al no hacer diferencia ante el sufrimiento, nuestra biología puede provocar que una persona puede generar un síntoma cuando no distingue el límite entre personas.
Un ejemplo seria cuando una persona sufre un síntoma después de que por motivos de trabajo haya estado en contacto con personas muriéndose de hambre.
Ante esa situación nuestro cuerpo puede llegar a reaccionar sufriendo un síntoma en el hígado pues es el órgano encargado de la nutrición. El conflicto la persona lo vive “como si fuera mío”.
3- Todo existe
Lo real, lo virtual, lo imaginario o lo simbólico es lo mismo para el inconsciente.
Todo para él se considera como real.
Como ejemplo, todos hemos experimentado lo que se produce en nuestro cuerpo y boca cuando imaginamos que estamos comiéndonos una rodaja de limón. El cuerpo reacciona y nos da la misma información biológica que si lo estuviéramos haciendo realmente.
Lo mismo ocurre cuando visualizamos una película, conscientemente sabemos que los hechos no son reales, pero aun así, nos puede conectar con emociones que estén relacionadas con nuestra propia historia personal.
Para nuestro inconsciente es como si estuviéramos reviviendo de nuevo esa situación en el presente y reacciona ante ella.
Estas leyes son las que nos llevan a vivir los acontecimientos de una determinada forma y originan en nuestra vida una experiencia.
Así de maravillosa es la vida!!